jueves, 12 de diciembre de 2019

Encuentros cercanos en Victoria

Una noche de discusiones en la mesa, de esas mesas largas, llenas de tanta familia, Fede no lo soportó y se fue a caminar. Se puso los auriculares y caminó hasta la colina de la Virgen. 

(...)


Se metió hasta el cerro La Matanza...





(...)


Se topó con el que le habían dicho que sobrevivía. Como él, estaba solitario, perdido, triste. Bajo ese ombú, que imaginó centenario, imaginó a algunas vacas encontrar un cobijo como el que no tenía; pensó en ovejas pastando. Sintió que esa noche sin estrellas, plagadas de nubes, sin nadie alrededor que hablara de nada, podía soltarse a llorar, mientras la música hacía la noche. 

I all need is a miracle.
All I need is you.
I all need is a miracle.
All I need is you.
I all need is a miracle.
All I need is you.
And, if I ever catch up with you,
I'm gonna love you for the rest of your life.
All I need is a miracle.
All I need is you.


La nave pasó como esas chispas que pegan dos cuerpos cuando se encuentran en un instante de pasión. No se inquietó como con la yarará. Se quedó tranquilo. Ese efímero momento, que pudo confundir con el excesivo alcohol que había tomado, se perpetuó como una extensa melodía sin fin. 


(...)


Lo cierto era que pudo ser un flash en alguna parte, un efecto lumínico del otro lado del río, en Rosario, tal vez una fuga de alguna fábrica o un avión perdido, cuyo efecto de luces se coló entre las nubes que cubrían como un toldo para que la lluvia no mojara. Claro que la lluvia caería precisamente de ese toldo que Fede imaginaba.

La nave pasó, hizo un zigzagueo, una movida recta hacia el fondo de la nada y luego se murió en lo que pensó que era un agujero negro. "Todo lo que pensé que era no lo es... todas las fichas puestas a tu número... todo el universo conspirando para que tan cerca jamás digamos adiós".

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