miércoles, 4 de diciembre de 2019

Fede recuerda a Jaibert

 —¡Qué ternura! ¿Eso te cantó?

—Es un dulce. Pero está allá. Y yo aquí.

—Pero ¿te gustó? —Fede asintió—. No me dijiste nada, chantún. .

—Pasó que entre Alessandro y Jhony fue todo tan intenso... Y el venezolano. .

—¡Jaibert! —dijeron al unísono. .

—Me olvidaba de Jaibert. ¡Qué lindo pibe! Tan centrado, tan profesional y comprometido, y tan tímido.

—Pero te lo garchaste.

—Pasó y fue mágico. Le costaban algunas cosas, pero cuando lo besé no se desprendió más. Fueron como cien caballos de fuerza o mil. No sé. Pero era tan cálido, tan mimoso... Me miraba, y yo me derretía. Por momentos me hacía acordar a… ya sabés… pero cerraba los ojos y solo lo imaginaba a él.




—A Jaibert…

—Sí, claro. Fue hermoso.

—Sin detalles, por favor.

—Tenía...

—¡Basta! Hablábamos de Nahuel… Lo tenían oculto eso. Lo tenías vos.

—No. Recién lo pensé. Quizás todo lo que vivía de lindo allá lo sublimé con Nahuel porque es argento. Pero es un pibe reinteresante. Dulce. Simpático. Y con algunos rollitos. Me dijo que parece que en Rio se le esfumaron. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario