lunes, 9 de diciembre de 2019

Pensamientos de Fede en Rio de Janeiro

Fede se despertó muy sobresaltado. Seguía sonando en su cabeza Chico Buarque, repetido una y otra vez, desde que se había acostado...


(...)


«Se fueron volviendo peces, volviendo almejas, volviendo espuma, volviendo arena, plateada arena, con luna llena, orilla al mar» trataba de traducir entre el ensueño y su imaginación que lo transportaba a la utopía de entrevistar a Carlos en un bar, entre música brasilera y unos gancia con limón que, sabía, le gustaban. 


E foram virando peixes,
virando conchas,
virando seixos,
virando areia.
Prateada areia,
com lua cheia
e à beira-mar.





«O mundo tem muitas coisas boas a oferecer para quem tem a ousadia de buscar», le dio anotado en un recorte de papel Jhony cuando lo dejó en la puerta del Othon.


(...)


—Bueno, tem a ousadia de buscar.

—Dice una canción que me harté de escuchar y suelo repetir como un loop: «Y entonces, yo me iré buscando siempre». Y puede ser irse a buscar… o irme hacia adentro...


(...)


A veces vemos la superficie calma, pero por debajo todo está ardiendo. 

—No te veo calmo. Tal vez se da al revés. .

—¡Sí!, a veces estoy más calmo que lo que mi cara da, pero me quemo. 

—Jajaja. Sí, sos loco… o así te veo… o la cara puede ser de loco, sí. Dame un beso hermoso, hermoso. Que descanses bonito.

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