Fede habla con el juez por el ataque que sufrió Matías

 «¡No! Andá a Tribunales, por favor. Pasó que…». 

(…)

La secretaria del juzgado que estaba de guardia le dijo: «Ya actuó el juez porque la amenaza se ya efectivizó. Está regresando de su quinta». Fede se quedó duro, triste, con una profunda angustia. Lo acompañaban, por fortuna, Rous y Ale, que lo ayudaron a redactar el escrito porque no pudieron contactarse con el abogado defensor.

(…)

Estaba lastimado, pero había sido atendido y solo tenía un corte en el brazo. Que no se preocuparan. El juez había determinado su traslado a Tribunales y había ordenado una investigación al respecto. Alrededor de las dieciocho, les informaron que (…) pasaría la noche allí hasta que se ordenara su regreso el lunes a una celda individual del hospital del penal. Preguntaron si podrían verlo, pero el juez le dijo que por cuestiones protocolares no podía permitirlo, pero aclaró: «El señor De Brito se encuentra bien, fuera de peligro. Lo que consignó en el escrito va a ayudar en su causa, especialmente si me dice que tiene buena conducta y podría "ser su única implicación delictiva". Voy a recomendar su traslado a una celda especial en el hospital del penal hasta que se defina su situación procesal».

—Doctor…

—Pineda. Pineda está bien.

—Gracias por lo que hizo y por atenderme, y venirse de donde estuviera… haciendo lo que hiciera… Perdón… estoy un poco…

—Tranquilo. Vayan a descansar. Hoy va a pasar la noche aquí y mañana o el lunes vuelve al penal. Hable con mi secretaria por si quiere llamar mañana o para saber algo el lunes a la mañana. Muy cristiano de su parte lo que hace por el joven. Me contó que ni siquiera eran amigos. Muy noble de su parte.