jueves, 12 de diciembre de 2019

Rous acompaña a Fede a testearse

Rous le había insistido muchas veces que se hiciera los análisis. Fede era renuente porque tenía miedo de encontrarse con una nueva realidad. (…) Rous lo acompañó. Fueron veinte minutos de espera, que para Fede representaron siglos de pena y de confusión.

–¿Qué les diré a mis viejos? ¿Les tengo que decir algo? Sus preguntas siguieron multiplicándose sin que Rous emitiera una respuesta hasta que lo vio más tranquilo y le soltó que su vida era su vida, y que ni siquiera tenía que contárselo a nadie que no quisiera. Que no tenía que decírselo a nadie antes de coger ni mucho menos después, aunque claro lo hicieran con sexo seguro.





–Pero Poli estuvo casi un año y medio sin garchar. Y Didi lleva casi tres años sin poder relacionarse con nadie. Fue un garrón para ellos. Fue tremendo. Y no entendían que podían ser felices y seguir igual hacia adelante. Y claro, yo los arengaba porque me encantan los dos, pero parece que yo a ellos no. Me hubiera comprometido con cualquiera. Tan bellas personas, tanta luz en sus caras. Esa sonrisa que tiene Didi que enciende el mundo o esa mirada tan tierna de Poli que hacer florecer los desiertos. Jaaaaaa. Me puse en boludo.

Fede salió de la oficina del doctor con un resultado negativo y muchos bla bla bla del médico para que no tenga que estar pensando en un nuevo análisis si se cuidaba o si mantenía relaciones con alguien estable que, aunque sea seropositivo, pudiera ser indetectable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario